La domótica tiene muchos posibles usos. En el blog de hoy os vamos a hablar de aquellos que se pueden aplicar a los sistemas de iluminación de tu vivienda, más allá del encendido y apagado de un sistema convencional. ¡Atento!
La más atractiva es el sensor de movimiento. Aparte de la ventaja de encender la luz sin que tengas que ir hasta el interruptor de turno, los sensores de movimiento presentan más beneficios, ya que pueden actuar como alarmas o avisos. Por ejemplo, puedes programar que se encienda la luz de tu mesilla cuando tus hijos pequeños salen al pasillo a altas horas de la noche, o hacer que una luz parpadee cuando alguien llame a la puerta en caso de no escuchar el timbre.
También existe la posibilidad de las luces en movimiento. Esto se consigue combinando los sensores de movimiento y los contactos magnéticos. Por ejemplo, se puede crear un camino iluminado desde la puerta exterior hasta la puerta de casa que se irá iluminando y apagando conforme vayamos recorriéndolo.
Otra opción es la capacidad de crear ambientes. Esto es posible gracias a la nueva tecnología LED, más concreto su versión RGB, capaz de conseguir el color de la luz que se desee. Con este control de luces, seremos capaces de crear ambientes cambiando el color de las luces a nuestro gusto, pasando de un blanco inmaculado a un verde natural, o de un azul tranquilo a un rojo pasional, entre otros.
Otra ventaja es el control remoto. Todas estas facilidades pueden controlarse y programarse desde nuestro ordenador, tableta o teléfono móvil, lo que supone una gran comodidad, ya que no hay que estar llamando al servicio técnico cada vez que quieras cambiar la programación. Y ni siquiera es necesario que estés dentro de la casa. Puedes hacerlo desde cualquier lugar.
Esperamos haberte “iluminado” un poco sobre las posibilidades que la domótica puede ofrecer a tu sistema de iluminación: comodidad, originalidad, funcionalidad y belleza.