Crédito y préstamos a menudo se usan como sinónimos, pero son términos diferentes, y en el blog de hoy os vamos a explicar en qué consiste cada uno.
Un crédito es un préstamo que un sujeto o una entidad (normalmente un banco) le otorgan a alguien estableciendo determinadas condiciones para su posterior devolución. Hipotecario es aquello vinculado a una hipoteca, es decir, un derecho de garantía que grava un bien material –por lo general, un inmueble- sujeto al cumplimiento de una determinada obligación.
Un crédito hipotecario es, por lo tanto, un préstamo (a medio o largo plazo) que concede un banco para financiar la adquisición de una vivienda o terreno, quedándose la institución con el derecho de forzar la venta de dicha propiedad para liquidar la deuda en caso de que esta no sea satisfecha según lo acordado.
En un préstamo, la entidad entrega al cliente una cantidad fija de capital que este se compromete a devolver de forma periódica en un plazo determinado pactado previamente. De esta forma, tanto el banco como el usuario tienen claro cuál será el coste total de la operación.
Por otro lado, la apertura de un crédito en una cuenta corriente es un contrato por el que la entidad pone a disposición del cliente una cantidad de dinero que, por el contrario, no es fija y de la que el cliente puede disponer durante un período de tiempo determinado con la obligación de restituir el capital y de pagar intereses por la suma utilizada.
Sin embargo, la principal diferencia entre un crédito hipotecario y un préstamo hipotecario viene a la hora de pagar los intereses. Mientras que en el crédito se abonan solamente sobre el capital usado, en el caso del préstamo se pagan siempre por el total del capital entregado.
Esperamos haberte ayudado y haber esclarecido un poco tus dudas sobre estos dos términos. Puedes confiar en nosotros en cuanto a asesoramiento de la compra y venta de tu vivienda. ¡Estamos encantados de ayudarte!